Cómo preparar un frigorífico de laboratorio para auditorías
En cualquier entorno de investigación, farmacéutico o clínico, la correcta gestión del equipamiento es fundamental, especialmente cuando se aproximan auditorías internas o externas. Uno de los elementos más críticos es el frigorífico de laboratorio, ya que en él se almacenan productos sensibles cuya trazabilidad, conservación y seguridad deben estar garantizadas.

Preparar adecuadamente una nevera de laboratorio para una auditoría no solo demuestra el cumplimiento normativo, sino también el compromiso con la calidad y la seguridad del laboratorio.
Pasos clave para preparar la nevera de laboratorio
1. Revisión del registro de temperaturas
Es esencial contar con un sistema de registro continuo de temperatura, preferiblemente automatizado. Asegúrate de que los datos estén completos, sin lagunas, y accesibles para el auditor. El frigorífico de laboratorio debe operar siempre dentro de los rangos establecidos para cada tipo de producto almacenado.
2. Calibración de equipos
Verifica que el sistema de medición de temperatura del frigorífico esté calibrado con fecha reciente y cuente con los certificados correspondientes. La falta de calibración es uno de los fallos más comunes durante auditorías.
3. Limpieza y orden
El interior del frigorífico debe estar limpio, libre de derrames y perfectamente organizado. Todos los productos deben estar identificados con etiquetas legibles, indicando nombre, fecha de entrada y caducidad.
4. Trazabilidad del contenido
Cada muestra, medicamento o reactivo almacenado en la nevera de laboratorio debe tener su correspondiente registro documental, desde su recepción hasta su uso o eliminación. La trazabilidad clara es clave para superar una auditoría.
5. Revisión de alarmas y mantenimiento
Comprueba que las alarmas de temperatura funcionen correctamente y estén activadas. También es importante que el mantenimiento del equipo esté al día y documentado.
Conclusión
Una nevera de laboratorio bien gestionada es sinónimo de confianza y profesionalidad. Prepararla para una auditoría no debería ser un esfuerzo puntual, sino parte de una rutina